Dedicatoria...
A Rosita que siempre me dio todo su apoyo. Descansa en paz, amiga!!!
Querida Rosita

En vida te diría:
Eres más que una amiga, eres como una hermana para mí. Tu risa ilumina mis días y tu apoyo incondicional me da fuerzas. Gracias por estar siempre a mi lado, por compartir risas, secretos y aventuras. Estoy muy agradecido de tenerte en mi vida. ¡Por muchas más memorias juntos!
Con todo mi cariño, César
Rosita, sé que te encanta. ¡Es un hermoso gesto!
Y ahora te digo:
Después de luchar con todas las fuerzas contra la enfermedad que marcó el destino final y que te hizo abandonarme a mí y a los seres más queridos, sin olvidarme nunca de ti y con lágrimas en los ojos, acompañado en estos momentos por un nudo en la garganta, te digo:
Lamento mucho tu pérdida y el día que te fuiste fue un momento muy doloroso, dejándome un vacío que no he podido volver a llenar. No! Ha pasado más de un año y el tiempo no me ayuda a calmar el dolor que siento, echándote siempre de menos.
Querida Rosita, aunque ya no estés físicamente aquí, tu luz y tu risa siguen iluminando mis días. Siempre serás mi mejor amiga y un pedacito de ti vive en cada recuerdo que compartimos. Te llevo en mi corazón hoy y siempre. ¡Gracias por ser una parte tan hermosa de mi vida!.
Y gracias a ti y tu generosidad, tengo una nueva familia que son tu marido Chema, tu hijo Adri, tu nuera Cris y sus padres, tu padre Alejo y tu prima Ana junto a sus padres. Sigo pasando las Navidades con ellos y cuando me apetece me acerco por Rivas de visita donde también tengo amigos.
Chema es cómo un hermano y Adri y Cris cómo sobrinos. Son buena gente con la que siempre puedo contar para cualquier cosa.
Por hoy lo dejo aquí, para cuando me apetezca hablarte seguiré donde lo he dejado.